Una presentación judicial podría suspender el festival de jineteada programado para el sábado 16 de agosto en Oro Verde. La abogada Cecilia Domínguez y el vecino Elvio Zabala, en nombre de un grupo de proteccionistas, presentaron un escrito ante el municipio para pedir la suspensión del evento por sospechas de maltrato animal. La presentación, que lleva la fecha del 4 de agosto, exige al intendente y a las autoridades que verifiquen si se cumplen las normativas nacionales que protegen a los animales. Piden que haya médicos veterinarios, que los caballos tengan sus certificados médicos en regla y que se controlen los permisos municipales y la venta de alimentos. De no cumplirse la ley, los denunciantes advirtieron que tomarán “acciones judiciales pertinentes”. Hasta el momento, el municipio no ha emitido ninguna respuesta oficial. El pedido de suspensión y la discusión sobre el evento reflejan un debate que cada vez toma más fuerza: la tensión entre la tradición y el bienestar de los animales.
Este no es un tema nuevo en Oro Verde. Ya en agosto de 2024, la ciudad fue sede de un festival de destrezas criollas y jineteada, un evento que contó con el apoyo del municipio. En aquella oportunidad, las actividades incluyeron pruebas para jinetes de todas las edades. La polarización es evidente: por un lado, quienes defienden la jineteada como una expresión cultural y tradicional, y por el otro, los proteccionistas que la ven como una forma de maltrato, donde se somete a los animales a situaciones de estrés y violencia para el entretenimiento humano.
Presunto maltrato animal
La abogada Domínguez explicó que la presentación se basa en la Ley Nacional de Protección a los Animales (Ley 14.346) y la Ley de Maltrato Animal (Ley 27.609), que prohíben los actos de crueldad y tortura. La denuncia también incluye la protección de la niñez, ya que se prevé la participación de menores de edad en las pruebas de rienda. La presentación le pone la pelota en los pies al municipio, que debe decidir si el evento se lleva a cabo y bajo qué condiciones. La presión no es menor: organizaciones proteccionistas ya avisaron que no descartan una denuncia penal si la jineteada se realiza sin cumplir la ley. Este caso podría sentar un precedente importante en la región, en un momento donde la sociedad debate si este tipo de fiestas se ajustan a los nuevos valores sobre el trato a los animales.
La polémica no se queda en los juzgados. Las redes sociales son un hervidero de comentarios a favor y en contra de la jineteada. Algunos vecinos defienden las tradiciones y el trabajo de los jinetes, mientras que otros piden abiertamente la suspensión y critican que se sigan permitiendo este tipo de “espectáculos”. El debate está abierto y es de público conocimiento.
Ahora, la pelota la tiene la Municipalidad. ¿Habrá respuesta oficial? ¿Se suspenderá el evento? ¿O se exigirán mayores controles para garantizar el bienestar animal? Mientras tanto, el reloj corre y el sábado está a la vuelta de la esquina. Lo cierto es que, sea cual sea el desenlace, este caso pone sobre la mesa una discusión que ya no se puede evitar.
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