por Mg.Cr. Álvaro Gabás *
Desde el inicio de mandato hasta la fecha, la nueva administración de Gobierno, se ha caracterizado por la carencia en la gestión pública. No se conocen los ejes o vectores que darían sustento a las políticas públicas de dicho gobierno. Es decir, no existe una hoja de ruta o planificación política por este cuatrienio de Gobernación Provincial. La gestión parece estar a la deriva, navega por la misma fuerza de inercia.
Los programas que funcionan, vienen de la gestión pasada
No existen nuevas iniciativas que brinden mayores expectativas en la calidad de vida de los entrerrianos. No se han elaborado políticas públicas que mejoren la estructura socio-económica de nuestra provincia. No se han presentado proyectos o propuestas que fortalezcan la base social para una mejora en el bienestar general. No se han modificado, mejorado, desarrollado e implementado nuevas configuraciones en el tejido del sistema público – privado como fundamento del desarrollo de Entre Ríos. Pareciera ser que la provincia funciona por su reflejo y memoria. Por si fuera poco, la obra pública no es una prioridad en este gobierno. No existen contratos en marcha, está paralizado todo el sector de la construcción para el ámbito público.
En efecto, se puede deducir que, los lineamientos principales de Frigerio, se asemejan a los de Milei. El proceso y el tiempo para llegar a dichos objetivos es el mismo. Ambos implementaron un ajuste significativo en el gasto público, ambos paralizaron la obra pública, ambos licuaron el salario del trabajador estatal, ambos despidieron trabajadores, ambos subieron impuestos, ambos carecen de plan de gobierno, ambos aplican la demagogia como plataforma política.
Caída en la recaudación
Desde una mirada interna, nuestra provincia, a pesar del tremendo ajuste fiscal, y del esfuerzo del sector público y privado, el saldo fiscal financiero de febrero presentó déficit. Es dable destacar que, en enero de 2024, registró superávit fiscal total de $ 15.087 millones. En consecuencia, no se le puede atribuir la mala gestión al gobierno anterior. La caída de la actividad económica no se puede ocultar, es decir, la crisis económica fue profundizada por esta gestión. No se ha implementado ninguna política macroeconómica que revierta esta situación. “Nadie puede alegar su propia torpeza”. En rigor, la recaudación provincial se desplomó en marzo. La misma alcanzó un incremento del 161% interanual, cuando la inflación fue del 276% en el mismo período. Va de suyo, la pérdida real de la misma. Dicho fenómeno puede ser explicado por la degradación de la producción y renta. Hilando fino, a febrero/24, el déficit financiero arrojó un valor de $ 9.658 millones (último dato publicado), compuesto por $358.242 millones de gasto público y $348.584 millones de ingresos públicos.
- Gabás es titular del Centro de Estudios de Desarrollo Macroeconomico – CEDMA