por Francisco Durañona*
En medio de la crisis, el rol de los gobiernos locales se vuelve cada vez más preponderante. Cuando las políticas del gobierno de Cambiemos profundizan el ajuste y la descomunal toma de deuda hace que sea el Fondo Monetario Internacional el que realmente lleva las riendas en las decisiones de gobierno, somos los intendentes los que estamos junto a los vecinos y afrontamos los embates de las políticas neoliberales.
En nuestra ciudad, San Antonio de Areco, emplazada en el núcleo de la pampa húmeda y tradicionalmente vinculada a la producción agropecuaria, son 100 los comercios e industrias que han tenido que cerrar sus puertas desde 2015. La gran mayoría de ellos eran emprendimientos familiares que no pudieron hacerle frente al aumento en los servicios, en especial al de la electricidad.
En ese último rubro, el precio de la energía eléctrica subió un 700% por ciento para las industrias de Areco y tuvo un impacto del 80% en los costos productivos. En el municipio, los pagos anuales por electricidad para nuestros edificios públicos entre ellos las escuelas municipales y el hospital, pasaron de $3,5 millones en 2015 a $12,5 millones en 2017.
También el aumento en el gas ha complejizado la situación en Areco. Son cada vez más los vecinos a los que se les dificulta abonar sus boletas y para las industrias el aumento fue desde 2015 del 480%.
Para afrontar esa situación y dar respuesta a las demandas de los ciudadanos de Areco, apostamos a la autonomía municipal y trabajamos fuertemente por la independencia económica. Cuando asumimos 2011, el municipio dependía casi exclusivamente de los ingresos por Coparticipación Provincial: por cada $100 que ingresaban, $62 eran de Coparticipación. Apostamos a una fuerte reforma de la matriz fiscal impositiva local y así llegamos al ejercicio 2017 donde de cada $100 que ingresan al Municipio, $39 fueron de Coparticipación y $61 generados de manera genuina.
La independencia económica nos da soberanía política y gracias a esto hemos podido hacerle frente a las decisiones del macrismo que perjudican a los vecinos y vecinas de Areco. Desde 2015 hasta ahora se han dado de baja planes de viviendas, se recortaron los recursos para comedores escolares e incluso se suspendió la construcción de un nuevo hospital para reemplazar al actual que tiene casi 100 años y se encuentra en zona inundable.
De todas maneras, en Areco seguimos avanzando en obra pública con recursos propios y recurrimos a iniciativas como el trabajo con cooperativas y el fomento de la producción local de alimentos para garantizar que nuestros vecinos y vecinas puedan mantener y mejorar su calidad de vida. Así, este año pudimos inaugurar el edificio del nivel secundario de la Escuela Municipal Manuel Belgrano con financiamiento internacional que estaba comprometido desde 2015 y estamos poniendo en funcionamiento la Compañía Municipal de Alimentos que se está convirtiendo en un polo de formación y fortalecimiento para productores locales.
* Intendente de San Antonio de Areco.
Fuente: Página 12