(BAE Negocios) Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), basados en los registros de la Aduana, las exportaciones de ropa cayeron 6,4% en el primer semestre de 2018 respecto a igual periodo de 2017.
El rubro textil quedó exento de los recientes recortes en los reintegros a la exportación que oficializó el Gobierno el 21 de agosto a través del decreto 767/2018. Pero este paliativo no parece ser suficiente. A principio de año, entidades como la Asociación de Curtidores de la Provincia de Buenos Aires, la Fundación Protejer, la Federación de Industrias Textiles Argentina y Asociación Obrera Textil, advertían que la caída del poder adquisitivo, el aumento de las importaciones y la fuga hacia el consumo externo, ponía en peligro más de medio millón de puestos de trabajo en el sector textil.
“El costo para los trabajadores textiles es cada vez más alto y la presión más fuerte, lo que lleva a una pérdida de competitividad en el mercado provocando cierre de empresas, suspensión y despidos de personal textil”, expresa Kahale. “Consideramos necesario un tratamiento impositivo que estimule el fortalecimiento de las pymes”, agrega el empresario.