Trabajar la Frontera es contribuir a la reconstrucción del MERCOSUR y los procesos de Integración regional desde los Pueblos, sus Derechos, y Organizaciones. Constituye un escenario concreto para concebir, acordar e implementar estrategias de conjunto.
El desafío irrenunciable es elaborar una agenda común, definir las herramientas comunicacionales adecuadas y avanzar en mayores niveles de coordinación, potenciando experiencias, saberes, y recursos.
Desde ese interior profundo aparecerán, entonces, la historia, la cultura, la tierra con sus más diversas implicancias, lo comunitario, las diferentes formas de comunicación, la solidaridad hecha obras y resistencias, y las temáticas que consideremos vertebrales, que atraviesan el entramado social y son representativas en todos los países. Valores y contravalores estarán allí para abordarlos desde diferentes maneras.
La institucionalidad tiene su propia dinámica, sus tiempos electorales y políticos. En esa red que debemos consolidar, entre esos ámbitos gubernamentales y la propia vida cotidiana de miles de personas, existen espacios que dan sentido a los procesos de integración, Allí tienen que estar, centralmente, nuestros esfuerzos, para llenarlos de palabras, gestos, sonidos, imágenes, valores, conocimientos, que le otorguen una configuración precisa, acorde a los intereses y luchas de los sectores nacionales y populares.
Para que cuando sea el momento de atar nuevos nudos ellos tengan la fortaleza y elasticidad para que no puedan romperse fácilmente, para que al primer intento no nos dejen con hilos en las manos, contando derrotas, caídos y frustraciones.
El MERCOSUR, UNASUR, CELAC, ALBA, RUNASUR, GRUPO de PUEBLA expresan distintos niveles de acuerdos, territorialidad, objetivos específicos, y dinámicas de funcionamiento. La actitud es convocar a la participación de todos los espacios posibles, dando la disputa ideológica y política, sumando nuestras experiencias y capacidades, aún, sabiendo que, en algunos casos, la correlación de fuerza no nos sea favorable o que dichas estructuras nos parezcan lejanas a nuestras propias necesidades y demandas.
Una mirada integral sobre estas construcciones nos debe permitir diseñar acciones a mediano y largo plazo desde las organizaciones populares en su más variada diversidad, que fortalezcan la presencia de las mismas, pero también de temáticas sustanciales, que puedan ser consideradas y de base, para futuros acuerdos o decisiones que dicha institucionalidad vaya adoptando.
Desde el interior profundo, en las fronteras, llenando nuestras prácticas de contenidos y agendas, organizándonos de miles de formas, movilizados tras las reivindicaciones urgentes y estructurales. No empezamos de cero, tenemos la posibilidad de recordar, aprender, gritar, sentir que alguien al lado nuestro, y muchos más caminando, también, sueñan con la Patria Grande liberada.
RED DE COMUNICADORES DEL MERCOSUR.
Agosto de 2021.