La UIA en alerta: Se pierden 3000 puestos de trabajo industriales por mes

Por Ariel Maciel

Los empresarios industriales advirtieron que la recesión fabril que promete instalarse en el segundo semestre del año provocará la pérdida de miles de empleos que ya empezaron a manifestarse en distintos rubros en crisis. Según informes internos de la UIA, la contracción en los puestos de trabajo se multiplicó a un promedio de 3.000 por mes, lo que elevaría para fin de año a más de 90.000 la caída desde el inicio de la gestión de Mauricio Macri.

Cuando se vuelvan a ver las caras los integrantes de la Junta Directiva de la entidad, habrá caras largas y muchos reproches ante la “inacción” del Gobierno ante la “débil” situación de la cadena de producción industrial. El efecto ya golpea a gran parte de actividad fabril, más allá de la “grave situación” de los denominados “sectores sensibles”.

Según las estadísticas oficiales publicadas por el Indec, la actividad industrial comenzó a mostrar la fase en retracción con una caída del 1,2% en comparación interanual. Pero los datos serán contrastados con realidades de distintas regiones. Por caso, en Santa Fe la caída de la producción en las fábricas fue del 3,4%, lo que implicó un estado de alerta general que unificó voces de quejas contra la gestión Cambiemos.

La pérdida de producción implicó la reducción de puestos de trabajo en las fábricas. Y si bien desde el Gobierno elogiaban el crecimiento del empleo total, el reemplazo del empleo industrial fue por un incremento de los monotributistas. “Ya se observa un aumento en la morosidad del pago en Afip porque no hay mercado interno para las fábricas ni para el empleo semi informal”, se quejó un importante dirigente industrial de la UIA.

Según los cálculos de los departamentos técnicos de la casa fabril, el efecto en la economía diaria de cada empleado industrial significa en impacto de consumo a cuatro monotributistas. “Es claro que la caída del consumo generó una retracción en la producción y en las ventas, que no sólo afectó a las fábricas sino que retrajo toda la economía. Era de esperar que el monotributo también se vea afectado”, explicó una fuente técnica.

Los industriales temen que la crisis en las fábricas contagie un clima social conflictivo afuera de las fábricas, y que profundice la retracción del consumo, en un círculo que generará una parálisis total. Las economías regionales saben que el impacto de los recortes que sufrirán por el Pacto Fiscal entre el Gobierno y las provincias les restará competitividad porque “se multiplicarán los impuestos subnacionales para poder cumplir con las cuentas locales.

Los empresarios esperan que de la crisis consigan alguna medida a favor, como la nueva ley Pyme que anunció el Gobierno. Y si bien una reforma laboral es una de las opciones que dejaron entrever fuentes oficiales, los industriales temen que una medida antipopular los ponga en presunta sintonía con el Ejecutivo y los enfrente con los sindicatos, justo cuando ambos actores del sector privado exploran la posibilidad de ponerse del mismo lado para enfrentar el fantasma del desempleo en línea con el cierre de miles de pymes, según confiaron algunas fuentes de la UIA.

 

Fuente: Diario BAE

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